La intención de siembra de garbanzo fue alta en esta campaña 2017, motivada por el precio sostenido que mantuvo esta legumbre en los últimos años, aunque hubo inconvenientes al momento de la siembra por la insuficiente disponibilidad de semillas y por el alto precio y la calidad de la misma, la cual no era óptima en muchos casos, dijo Oscar Vizgarra.
Como condición general, en la presente campaña “la disponibilidad de humedad en el suelo al momento de la siembra fue muy buena”, sembrándose muchos lotes a fines de abril. En otros casos, “la demora de la cosecha de soja debido a las precipitaciones de abril y mayo, retrasó la siembra de garbanzo”, la que actualmente se encuentra prácticamente finalizada.
Se estima que en Tucumán se sembraron alrededor de 25.000 ha; aproximadamente 60.000 ha en Córdoba y considerando que las provincias de Salta, Santiago del Estero y Catamarca tienen un gran aporte en cuanto a superficie para este cultivo, es de esperar que a nivel país se superen las 120.000 ha.
Posibilidades
En el mundo se producen y consumen dos tipos de garbanzo los cuales se diferencian por su tamaño, forma y color. “Kabuli”: grano de tamaño medio a grande, redondeado, arrugado y de color claro, y “Desi”: de grano pequeño, forma angular y color oscuro, que es el tipo dominante en la producción mundial.
En el trienio 2011/2013, se produjeron, en promedio, 12,2 millones de toneladas anuales de garbanzo en el mundo (representando el tipo Desi el 85% de la producción mundial), según estadísticas de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés).
El cultivo del garbanzo (tipo Kabuli) en Argentina tuvo un gran crecimiento en cuanto a la superficie sembrada en los últimos años. Es así que hasta el año 2005 se sembraban unas 2.500 ha, siendo necesario importar para abastecer el mercado interno. Luego fue creciendo hasta alcanzar, en el año 2009, unas 16.000 ha y llegar a un máximo de 120.000 ha en 2012.
Con esto, Argentina pasó de un mero espectador a ser exportador importante a nivel mundial.
En la provincia de Tucumán, el crecimiento de este cultivo fue similar al observado a nivel país: en 2004 se sembraron alrededor de 200 ha, área que llegó a las 28.000 ha en el año 2012, siendo este registro el máximo alcanzado hasta el presente.